Frases para recordar: Suicidio colectivo

(Reseña aquí)

Intento entretenerme con los copos de nieve, los intento coger, pero se me escurren, como las pocas personas a las que quiero, ¿o quise? Quiero. Aunque las personas hayan muerto, las sigues queriendo. La muerte no puede arrebatarte eso.

Me sorprendo a mi misma cuando, al llegar abajo de todo, quiero bajar más, y entonces reacciono: no puedo caer más bajo.

Si estás cansado es por lo que te rodea. Cámbialo, y volverás a tener fuerza.

La mujer es como una flor, suave, pero si la tratas mal, puede sacar las espinas.

-¿Sabes?, sé que no me vas a creer, pero ese dolor desaparecerá.

-Tienes razón, no te creo.

-Eso es lo malo de la juventud. Os creéis que una situación va a ser para siempre, que nada va a cambiar y que ese dolor va a ser eterno.

Me oyó llorar y bajó a consolarme. Me hizo ver que Ingmar a su manera me había querido, y de repente empecé a sacar, a borbotones, momentos inolvidables con mi marido. Al cabo de media hora tomó forma aquello que Svetlana había dicho, es imposible que alguien finja todo aquello sin sentir amor. Desde aquella noche he recuperado la paz interior. Lo que me dolía no era su ausencia, era pensar que nunca me había querido.

-Esa mujer es dura, dudo que nadie la pueda romper.

-Las personas que han sufrido suelen ser así.

-Pero quizás la suerte le ha cambiado.

-Debe ser bonito conocerse tanto.

-No crea, las mujeres son como los libros, siempre hay una página que no has leído bien, o que no has comprendido.

-Entonces se trata de releer, capitán.