Te daría el mundo, Jandy Nelson

Editorial Alfaguara

416 páginas, 16'95€

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Noah y su hermana gemela Jude son inseparables. El solitario Noah dibuja sin parar, y se ha enamorado en secreto de su enigmático vecino. La atrevida Jude salta desde altísimos acantilados, lleva pintalabios rojo y habla por los codos.

Pero, con 16 años, los hermanos ya no se hablan. Algo les ha ocurrido. Algo ha pasado entre ellos que los ha removido de forma diferente... Hasta que Jude conoce a un chico guapo, frágil y arrogante... y a alguien más, una nueva fuerza en su vida todavía más impredecible y ligada a su pasado de forma inevitable.

Los primeros años de esta historia los cuenta Noah; los últimos, Jude. Lo que ninguno comprende es que solo conocen la mitad de la historia y que, si pudieran compartirla, tendrían una oportunidad real de regalarse el mundo de nuevo.

Hacía bastante tiempo que no paraba de ver la edición americana de este libro por Instagram y la verdad es que no tenía ni pajolera idea de su argumento, pero tanto la portada como el título llaman la atención, y si además le sumamos que en Goodreads tiene una puntuación superior al 4... ¿quién se va a resistir a querer leerlo?

Si os digo la verdad, al principio no las tenía todas conmigo de que fuera a gustarme. Estaba leyendo el primer capítulo y me parecía todo muy extraño y me daba la sensación de que no iba a ser un libro para mí, pero poco a poco esta novela empezó a ganarme y al final se hizo un huequito en mi corazón.

Los protagonistas de la historia son Noah y Jude, dos hermanos mellizos que tienen sus rivalidades pero que se necesitan como el aire. Hay capítulos que están narrados por Noah cuando los hermanos tienen entre 13 y 14 años y capítulos que narra Jude cuando tienen 16.

Leí el primer capítulo, que está narrado por Noah, y me quedé un poco en plan...WTF?! Hablando en plata, me parecía una ida de olla brutal, pero poco a poco le fui cogiendo el truco y acababa entendiendo la forma de ver el mundo de este joven con tanta imaginación. Y todo parece una historia normal hasta que llegas al siguiente capítulo, en el que Jude nos está explicando lo que sucede tres años después. En este momento, nos encontramos a unos personajes que han cambiado muchísimo en ese lapso de tiempo y, aunque desde el principio sabemos cual es el motivo principal de este cambio, hay muchas cosas que todavía no logramos comprender hasta que no avanzamos con la novela.

No  merezco una historia de amor. Ya no. Las historias de amor no son para chicas como yo, capaces de gastar jugarretas como la que acabo de hacerle a mi hermano, no para chicas con el corazón negro.

Noah, que era un chico con una imaginación desbordante, que era capaz de ver las cosas como nadie más podía hacerlo, que empezaba a darse cuenta de que su condición sexual no es la que todo el mundo ve "normal"... se acaba convirtiendo en alguien que ha perdido la magia, que cambia el arte por fiestas y alcohol y que se tira por acantilados, desafiando a la vida. Porque al fin y al cabo, ¿qué hay que perder cuando no tienes nada?

Y Jude... una jovencita que salía con sus amigas con los labios pintados de rojo, faltas cortas y brillantes esmaltes de uñas, una "de esas chicas", como le dijo su madre. A los 16 años es una adolescente solitaria que escucha los consejos que le da el espíritu de su difunta abuela y sigue al pie de la letra la biblia de supersticiones que le dejó la misma. Cree que los chicos le dan mala suerte, que cualquier ataque de tos puede ser una enfermedad terminal y que aquello tan horrible que les ha sucedido ha sido por su culpa.

Puede que las personas estén hechas de muchas personalidades distintas. A lo mejor estamos siempre acumulando nuevos yoes. Sumando personalidades a medida que tomamos decisiones, buenas y malas, que metemos la pata o progresamos, que perdemos la cabeza y recuperamos el sentido, que nos hundimos, nos enamoramos, lloramos a un ser querido, crecemos, nos apartamos del mundo o lo agarramos por los cuernos, a medida que creamos cosas y las destruimos. 

La relación entre Jude y Noah me ha parecido tan preciosa como tormentosa. A lo largo de la historia hacen algunas cosas que causan verdadero daño al otro, y lo peor es que es a conciencia. Pero a pesar de ello, hay momentos en los que no pueden evitar protegerse y cuidarse entre ellos. 

Al fin y al cabo, creo que el libro no podría expresar mejor la realidad que hay tras una relación entre hermanos.

Me toma las manos, las retiene entre las suyas. Nuestros ojos se encuentran y se quedan ahí, y el  mundo empieza  a esfumare, al igual que el tiempo, los años se enrollan como alfombras, hasta que todo lo sucedido acontece a la inversa y, por un instante, somos lo que éramos otra vez, más unidad que pareja.

Te daría el mundo es una gran historia de amor, pero no el tipo de amor al que estamos acostumbrados. 

Es el amor fraternal entre hermanos.

Es el primer amor desesperado de un adolescente.

Es el amor doloroso que sientes después de que te partan el corazón.

Es el amor que te ayuda a recomponerte cuando te sientes perdido y crees que no puedes más.

Muchas gracias a Alfaguara por el ejemplar