Y por eso rompimos, Daniel Handler y Maira Kalman

Editorial Alfaguara

384 páginas, 16'95€

Min Green es una chica muy especial: bohemia, inteligente, divertida, adora el cine y frecuenta los lugares más sorprendentes de Nueva York. Ed Slaterton tiene pocas inquietudes intelectuales, es el capitán del equipo de baloncesto del instituto y uno de los alumnos más populares; un auténtico rompecorazones. Min y Ed son muy distintos, pero los une una atracción fuera de lo común.Pero las diferencias han sido insalvables y ahora están rompiendo, así que Min le escribe una carta de despedida a Ed, que le entregará junto a una caja. Una caja que contiene: dos chapas de cerveza, una entrada al teatro, una nota doblada, una caja de cerillas, una regla, libros, un camión de juguete, el peine de un hotel y más objetos recopilados en el curso de una ajetreada, íntima, tierna, romántica y compleja relación. Cada objeto nos irá acercando a esta relación, a sus momentos más especiales, a sus días más grises… Hasta que la caja se cierre y le sea entregada a Ed.

"La intuición se tiene o no se tiene". Esa es la primera frase que se puede leer en esta novela, la cita favorita de la protagonista, y no podría haber sido frase más adecuada, ya que yo tenía la intuición de que esta novela iba a conquistarme y he tenido el placer de disfrutar mucho de ella.

Y por eso rompimos no es una simple historia de amor entre adolescentes, sino que muestra una ruptura, la cara más triste de una relación. 

Absolutamente toda la novela es una carta que escribe Min para Ed. La última carta que escribirá para él, el paso que necesita para darle el adiós definitivo a su relación. No os penséis que es un escrito lleno de rencor y odio, pues también vemos los momentos más bonitos y tiernos que vivió la pareja, así como todos los sentimientos que Min no confesó a Ed en su momento. 

En mi opinión, se trata de una novela que hay que saborear. Quizá no tiene un hilo demasiado definido, es decir, no tiene el planteamiento, la acción o la intriga que solemos encontrar en la mayoría de historias, pero a mí me ha mantenido enganchada a sus páginas. Las situaciones tan dulces, la naturalidad de los personajes e incluso los momentos divertidos han sido suficiente para hacerme devorar este libro. 

Está escrito de una forma muy delicada, casi poética, que hacían que saboreara cada palabra, obligándome a releer algunos fragmentos que lo merecían. Además, cuenta con unas magníficas ilustraciones que le han dado un toque muy especial.

Si tuviera que decir algo negativo de esta novela es que no me ha gustado demasiado el final. La protagonista va dando algunas pistas que te hacen sospechar el motivo de la ruptura y eso ha fastidiado el factor sorpresa del desenlace. Quizá también me hubiera gustado conocer la reacción de Ed tras leer la carta, pero eso es algo que queda a disposición de la imaginación de cada lector.

En definitiva, es una lectura que yo sí que recomiendo. Me siento un poco bicho raro porque las reseñas que había leído de esta novela no eran demasiado positivas, pero yo tenía el pálpito de que iba a gustarme y he tenido la suerte de acertar. Si vosotros también tenéis esa intuición os animo a que os embarquéis en este libro y espero que lo disfrutéis tanto como yo.

Muchas gracias a Alfaguara por el ejemplar