El cementerio de animales, Stephen King

Editorial Plaza y Janés

488 páginas

Church estaba allí otra vez, como Louis Creed temía y deseaba. Porque su hijita Ellie le había encomendado que cuidara del gato, y Church había muerto atropellado. Louis lo había comprobado: el gato estaba muerto, incluso lo había enterrado más allá del cementerio de animales. Sin embargo, Church había regresado, y sus ojos eran más crueles y perversos que antes. Pero volvía a estar allí y Ellie no lo lamentaría. Louis Creed sí lo lamentaría. Porque más allá del cementerio de animales, más allá de la valla de troncos que nadie se atrevía a trasponer, más allá de los cuarenta y cinco escalones, el maligno poder del antiguo cementerio indio le reclamaba con macabra avidez...

Como soy una cobarde y todavía no me he atrevido a leer IT (no porque pienso que la historia vaya a darme miedo, sino por el espesor) decidí no abandonar a King este verano y leer uno de sus libros al que también le tenía muchísimas ganas.

En esta historia conocemos a la familia Creed, que han tenido que mudarse a una nueva casa a causa del nuevo trabajo de Louis, el padre de familia. Es una casa preciosa y perfecta, si no fuera por dos razones: la primera es que la carretera que hay delante de ella es muy peligrosa y la segunda es que tras la casa hay un sendero que conduce a un cementerio de animales que parece tener una magia especial.

El libro está dividido en tres partes. En la primera parte King nos introduce en la historia como sólo él sabe hacer: nos presenta a los personajes como si los estuviéramos conociendo en la vida real, nos describe los paisajes como si pudiéramos verlos con nuestros propios ojos y deja algunas pinceladas de lo que pasará más adelante. Esta primera parte es más o menos la mitad de la novela y no tiene demasiada acción, sino que es como un paseo en el que te familiarizas con los personajes. 
Ya estaba empezando a pensar que no pasaría nada relevante cuando de repente empezó la segunda parte y al leer su primera página me quedé a cuadros. A partir de este momento, la historia es adictiva a más no poder.¡Menuda forma de tirar una bomba!
La segunda parte es absolutamente intrigante y es imposible desengancharse de las páginas del libro.
Por último, la tercera parte consta de las últimas 40-50 páginas y, aunque estaba deseando llegar a ese punto, no quedé del todo satisfecha, pues se desarrolla todo demasiado rápido y me quedé con muchas ganas de más. En mi opinión, el final es demasiado brusco y te deja un poco a medias.

En definitiva, vuelvo a aplaudir la capacidad que tiene King para sumergirte totalmente en la historia y presentarte a unos personajes que siempre terminas por recordar.