Calle Dublín, Samantha Young (Calle Dublín #1)

Editorial Zeta bolsillo

368 páginas, 6'95€

Cuatro años atrás, Jocelyn Butler dijo adiós a su trágico pasado en Estados Unidos para empezar una nueva vida en Edimburgo. Pero cuando se muda a un apartamento en Dublin Street y conoce al hermano mayor de su compañera de piso, todo cuanto ha intentado proteger se ve sacudido hasta lo más profundo. 

Braden Carmichael es un hombre que siempre consigue lo que quiere, y ahora la quiere a ella. Sabedor de que Jocelyn ha renunciado a establecer cualquier clase de relación, le propone dar rienda suelta a la intensa atracción que siente el uno por el otro, sin dejar que la relación vaya más allá del sexo. Jocelyn acepta, sin imaginar que el atractivo escocés se enamorará de ella sin remedio.

Nunca antes había leído una novela de este género y decidí probar con Calle Dublín porque tiene unas críticas buenísimas en Goodreads (¡Un 4.29 de media, oigan!) y aunque no esperaba que fuera el libro de mi vida la verdad es que me he llevado un batacazo de los buenos.

Como os he comentado, no estoy acostumbrada a leer novelas de este tipo, por eso me ha sorprendido la gran cantidad de tópicos que me he encontrado al leerla. 

Empezando por Jocelyn, una protagonista que ha sufrido una gran tragedia...no, mentira, ¡una gran tragedia múltiple! Como siempre, creo que a veces menos es más... tanto drama en un periodo tan corto de tiempo se me ha ido de las manos.

Y no sólo a la protagonista le suceden cosas súper trágicas. Tanto a Braden, el protagonista masculino, como a Ellie, la hermana de Braden y compañera de piso de Jocelyn les suceden cosas igual de terribles y horrorosas... todo muy trágico.

La cuestión es que al principio no me desagradaba la historia y las cosas que se explican al empezar la novela te las puedes llegar a creer. El problema es que a medida que avanzas van recargando más y más el drama y llega un momento en el que dices: ¡VALE YA!.

Que sí, que esta vida es muy dura y a veces la desgracia se concentra en una sola persona, pero... ¿en serio todos los protagonistas de la novela tienen que ser tan desgraciados? En mi opinión, tanto dramatismo sobrecargado hace que al final no te creas nada de la historia. 

De verdad, si pensáis en algo malo que le pueda suceder a alguien estoy segura de que lo vais a encontrar en esta novela. Si no le pasa a uno, le pasa al otro, pero seguro que cualquier desgracia que se os ocurra está entre estas páginas.

Por otro lado, tenemos la parte erótica de la novela... ya os digo que no leo de este género pero no me ha gustado nada de nada, por la simple razón de que todas las relaciones sexuales son exactamente iguales, hasta tal punto que llegaron a parecerme absurdas.

Quizá queda un poco vulgar, pero os las voy a resumir: 

1. Braden habla con voz ronca y a Jocelyn ya se le ponen los pezones duros (la chica tiene hipersensibilidad en esa parte, qué le vamos a hacer).

2. La pobre chica está como el pico de una plancha y enseguida le está suplicando al muchacho que acabe la faena ya.

3. El muchacho no acaba la faena hasta que ella no se lo pide con palabras marranas.

4. Una vez iniciado el acto, el muchacho siempre dice: ¡Oh, nena, estás empapada!

5. Tralarí que te vi.

...y así siempre.

Eso sí, debo reconocer que la forma de escribir de la autora sí que me ha gustado. Hace que puedas visualizarlo todo con facilidad y se lee de forma muy rápida, por lo que es probable que vuelva a leer algo de ella, aunque espero que si vuelve a caer otro libro suyo en mis manos me guste más la trama.