Harry Potter y la cámara secreta, J.K.Rowling

Editorial Salamandra

288 páginas, PVP: 16€

Tras derrotar una vez más a Lord Voldemort, su siniestro enemigo en Harry Potter y la piedra filosofal, Harry espera impaciente en casa de sus insoportables tíos el inicio del segundo curso del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Sin embargo, la espera dura poco, pues un elfo aparece en su habitación y le advierte que una amenaza mortal se cierne sobre la escuela. Así pues, Harry no se lo piensa dos veces y, acompañado de Ron, su mejor amigo, se dirige a Hogwarts en un coche volador. Pero ¿puede un aprendiz de mago defender la escuela de los malvados que pretenden destruirla? Sin saber que alguien ha abierto la Cámara de los Secretos, dejando escapar una serie de monstruos peligrosos, Harry Potter y sus amigos Ron y Hermione tendrán que enfrentarse con arañas gigantes, serpientes encantandas, fantasmas enfurecidos y, sobre todo, con la mismísima reencarnación de su más temible adversario.

Hacía ya unos mesecitos que no me pasaba por Hogwarts y ya empezaba a estar cansada del mundo taaaan aburrido de los muggles así que hace unos días decidí volver.

Cuando reseñé Harry Potter y la piedra filosofal os dije que disfruté bastante de su lectura pero no tanto como la primera vez porque recordaba bastante la historia. 

Esta vez ha sido bastante diferente porque no recordaba totalmente el libro. Tenía algunas lagunas pero no eran demasiado relevantes así que, por suerte, he leído esta novela con cierta dosis de misterio que me ha tenido enganchada a sus páginas como la primera vez que la leí.

Desde el principio de la novela ya podemos ver mucha más magia que en su antecesora. Harry pasará los últimos días de verano en casa de los Weasley y allí descubriremos las peculiaridades que tiene un hogar de magos. 

Durante este curso vemos como la a mistad entre Hermione, Ron y Harry se ha estrechado y juntos quebrantarán muchísimas normas del colegio por tal de descubrir quien es el heredero de Slytherin y encontrar la cámara de los secretos para poder salvar a algunos de sus compañeros y evitar que el colegio cierre sus puertas.

En este segundo libro los chicos tienen un nuevo profesor de Defensa contra las artes oscuras y se trata, nada más y nada menos, del famosísimo Gilderoy Lockhart, todo un héroe guaperas y muy reconocido entre toda la comunidad mágica (sobretodo entre las brujitas). Este personaje ha sido simplemente genial. Osea, en realidad es un fantasma (en el sentido metafórico, que en este mundo hace falta aclararlo) y un poco capullo, pero me he divertido muchísimo con él.

Si hay algo que debo mencionar es que la portada del libro es un pedazo de spoiler. De pequeña no le daba importancia a estas cosas pero ¡madre mía! es increíble lo que puede relevarte sobre el libro una sola imagen ._. 

En definitiva, es un libro genial. Lo estaba disfrutando tanto que cuando me faltaban pocas páginas no quería continuar leyendo para no terminarlo y cuando al fin lo acabé me sentí un poco triste por haber terminado el segundo año en Hogwarts... Tengo muchísimas ganas de continuar con la saga y volver a hacer pociones, hechizos y travesuras con este grupo de magos.