La niña que se tragó una nube tan grande como la torre Eiffel, Romain Puértolas

Editorial Grijalbo

256 páginas, 16'90€

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Dicen que el amor da alas... ¿Estás listo para volar?

Una cartera parisina necesita viajar a Marrakech para llevarse de allí a su hija adoptiva, muy enferma. Pero, cuando Providence Dupois está a punto de partir, un volcán islandés despierta y paraliza el tráfico aéreo europeo. Desesperada por reencontrarse con la niña, la joven madre entiende que tan solo le queda una opción: echar a volar.

Un joven enamoradizo ayudará a Providence a emprender este viaje tan extraordinario, a lo largo del que conocerá a personajes tan variopintos como un chino que habla como un pirata y unos monjes tibetanos que escuchan a Julio Iglesias. Y es que el amor de una madre es tan fuerte como para despegar hacia las nubes.

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Cuando vi este libro en un centro comercial tuve un flechazo. La portada me llamó la atención desde el primer momento y al leer la sinopsis me dio la impresión de que iba a ser un libro breve pero con un gran historia llena de ternura, y efectivamente así ha sido.

El libro empieza cuando un controlador aéreo empieza a contarle a su barbero la historia de Providence, aquella cartera parisina que salió en las noticias porque aprendió a volar.

Providence es una persona muy especial, y lo ha sido desde el momento en que nació. Con sólo 7 meses aprendió a caminar, y a partir de ese momento Providence supo que no tendría límites y podría conseguir cualquier cosa que se propusiera. 

Durante su viaje a Marruecos, Providence acabó en el hospital por un ataque de apendicitis y es allí donde conoció a Zahera, una niña marroquí que llevaba toda su vida en el hospital a causa de su extraña enfermedad. El amor entre Providence y Zahera fue mutuo e instantáneo. 

Y por este amor tan fuerte Providence aprendió a volar, porque necesitaba llegar hasta Zahera. 

Porque mientras hay vida hay esperanza y mientras haya seres humanos habrá amor.

Pero aprender a volar no fue tan fácil para Providence y para ello necesitó la ayuda de algunos personajes bastante raros y tuvo que pasar por una serie de pruebas para conseguirlo. 

Yo no soy muy amiga de los libros de humor pero este me pareció bastante divertido y además hay referencias a cosas cotidianas que me hacía gracia encontrar. Por ejemplo, hay momentos en los que se menciona a personajes actuales, como Julio Iglesias, Rajoy y Obama. 

Aprendió entonces que en la vida hay que rodearse de las personas adecuadas para hacer realidad los sueños. Que nada era imposible cuando se deseaba con toda el alma y que el destino ponía a la persona correcta en nuestro camino.

La verdad es que el libro me estaba resultando entretenido, divertido y la relación entre Providence y Zahera me parecía muy tierna, aunque no iba más allá. Mi gran sorpresa fue llegar a las 20 últimas páginas, en las que la historia da un giro inesperado impresionante y hay cosas que empiezan a cobrar sentido. Es en estas últimas páginas donde vemos la parte más humana, más conmovedora y más realista de la historia y a mí consiguió emocionarme y ponerme los pelos de punta. 

En definitiva, La niña que se tragó una nube tan grande como la torre Eiffel es un libro precioso, divertido y emotivo, con unos personajes entrañables y con muchísima fuerza y un final inesperado que pondrá todo patas arriba y conseguirá emocionarte. Desde luego, merece la pena que le deis una oportunidad.

Muchas gracias a Grijalbo por el ejemplar