Eclipse total (Dolores Claiborne), Stephen King

Editorial Ediciones B

366 páginas

En la pequeña y remota isla de Little Tall, una mujer pasa toda la noche prestando declaración en comisaría. La acusan de un asesinato que afirma no haber cometido. Para demostrar su inocencia deberá contar una larga historia, remontarse a épocas anteriores y resucitar uno de los grandes misterios de la historia criminal de la isla. 

Apoyado en un personaje fascinante y en el ambiente cerrado, casi claustrofóbico, de una minúscula población, King ha creado un monólogo tenso, vibrante, concebido como un ovillo del que el propio lector tirará sin parar hasta la última página, subyugado por una realidad que se va desvelando sutil y contundente.

Cuando encontré este libro en una tienda de libros de segunda mano me llamó la atención desde el primer momento. Por supuesto, el factor más importante que me empujó a comprarlo fue el autor y el gran amor que le tengo, pero además de eso tuve un flechazo con esta novela y acerté de pleno.

Este libro recoge la confesión de Dolores Claiborne, una mujer que es sospechosa del asesinato de Vera Donovan, la señora a la que cuidaba. En las primeras páginas Dolores deja una cosa clara: ella no mató a Vera, pero si que fue culpable de la muerte de su marido (no os enfadéis que no es spoiler, lo dice desde el principio). Y como ella misma dice, lo importante no es que lo matara, sino cómo y por qué. 

Lo que la gente ve de un matrimonio y lo que realmente ocurre en él no son más que primos lejanos. A veces es horrible y a veces es divertido, pero a normalmente es como todo lo demás en la vida: las dos cosas a la vez.

Lo que hace que este libro sea diferente y adictivo es la forma en que está escrito, pues es una novela que no está dividida en capítulos y tampoco tiene pausas, desde la primera página hasta la última escuchamos la voz de Dolores (a excepción de unas páginas finales, donde encontramos unos recortes de periódico que nos cuentan lo que le ocurre a Dolores tras esta confesión) explicándonos su relación con Vera y todo lo que sucedió con su marido. Y bueno, sólo puedo decir que Dolores es una narradora estupenda y hace que el libro esté escrito de una forma deliciosa.

Pero huir no soluciona los problemas cuando uno ha sido herido en serio. Al fin y al cabo, allá donde vayas llevarás contigo la cabeza y el corazón.

Dolores, aunque aparentemente es una mujer dura y de carácter fuerte, es uno de esos personajes que se hace querer. Vera Donovan también tiene mucha importancia en esta novela y es una mujer con muchos claros y oscuros que hace que tengas muchos sentimientos encontrados hacia ella, aunque al final de la novela consigues comprenderla e incluso llegas a compadecerte de ella.

A veces hay que ser un pedazo de cabrona para sobrevivir. A veces ser una cabrona es lo único a lo que una mujer puede aferrarse.

Pero lo mejor de todo es ver la relación que hay entre ellas dos. Al principio parece que no se soportan y que entre ellas hay una batalla constante para ver quién hace más daño a la otra, pero poco a poco vas viendo que se quieren como si fueran familia y que se necesitan mutuamente. En mi opinión, la relación entre Dolores y Vera es entrañable y me ha llegado al corazón, aunque aparentemente parece que se llevan a matar.

Le tomé la mano y pensé en cómo es el mundo: a veces los hombres malos tienen accidentes y las mujeres buenas se vuelven cabronas.  

Es una lectura que recomiendo encarecidamente, que te atrapa y hace que la quieras leer de un tirón. Además, es de esos libros que te hacen pensar cuando lo terminas y tiene unos personajes que dejan poso.