Editorial Temas de hoy
672 páginas, 21'90€
Kate Carrington aún recuerda su infancia en los recintos de la Misión en Langali, cerca de la frontera con Ruanda, donde su padre era médico. Pero también lo que siguió a la noche de Pascua de 1974, cuando el brutal asesinato de sus progenitores puso fin a la época más feliz de su vida. Quince años después, Kate ha roto todos sus vínculos con África y ha renunciado a esclarecer las incógnitas que rodearon aquellas muertes. Sin embargo, ni siquiera en su nuevo hogar en Australia puede evitar que el pasado vuelva a ella. Annah Mason llegó a Tanganica en 1962 dispuesta a pisar los escenarios que conoció a través de las cartas de su tía, enfermera como ella, aunque lo que imagina es algo muy distinto a lo que le aguarda. Más allá de Langali, encontrará un África repleta de misterio, una tierra de hechiceros y sanadores, de guerreros, ritos arcanos y supersticiones. Una amistad forjada con lazos más fuertes que los de la sangre. Una tribu noble, la de los waganga. Y un amor prohibido que terminará marcando su destino. Dos mujeres unidas por una tragedia cargada de misterio, arrastradas a un tiempo que marcó sus vidas y que ninguna de las dos puede dejar atrás.
Hacía tiempo que tenía este libro en el punto de mira porque Isa Martínez habla muy bien de él, así que cuando lo encontré bien de precio se vino para casa y lo adelanté en la lista de pendientes.
El libro empieza con bastante gancho, ya que la primera escena que nos encontramos es el entierro de dos misioneros que fueron asesinados de una forma bastante salvaje, pero no nos explican el por qué. En el entierro también vemos a la hija de estos misioneros, una dulce niña que estaba en un internado mientras ocurrió todo, y también vemos a una mujer pelirroja que estuvo presente en el asesinato y que nadie sabe por qué a ella no le hicieron nada.
Después de este interesante inicio saltamos unos años al futuro para reencontrarnos con Kate, la hija de los misioneros, que ya es una mujer adulta y tiene una vida normal trabajando como enfermera en Australia. Kate tiene una vida solitaria y tranquila, hasta que un día aparece la vecina de la casa de al lado, una mujer que llevaba bastantes años sin ir a esa casa y que tiene una forma de vida muy extraña.
En este momento y por ciertas cosas que ocurren, la novela vuelve a dar un salto al pasado y narra la experiencia que tuvieron los misioneros en África.
En mi opinión, es una novela que, aunque no resulta difícil de leer, tiene un ritmo bastante lento y es importante leerla en el momento adecuado. La parte en la que se narran las vivencias de los misioneros en África es bastante extensa y, aunque pasan cosas y hay cambios continuamente, a mí no me ha parecido que tenga la chicha suficiente para engancharme y hay momentos en los que se me ha hecho bastante densa y me costaba seguir leyendo.
La verdad es que a mí me motivaba seguir leyendo el hecho de poder conocer qué les sucedía al final, para poder entender el prólogo de la novela, pero es algo que se narra en las últimas páginas.
Es un libro bonito y está bien escrito, pero como os he comentado, creo que no lo he cogido en el momento adecuado. Es de estas novelas para leer tranquilamente y sin prisas para poder disfrutarla bien.
Acabo de terminarlo, libro entretenido, muy buenas las descripciones de África, y de la vida de los misioneros. Puede parecer largo para lo que nos cuenta, pero va enganchando poco a poco,
ResponderEliminarHola! La verdad es que no conocía el libro y aunque no tiene mala pinta tengo mucho pendientes que me llaman más, así que por ahora lo dejo pasar.
ResponderEliminarMuy buena reseña!
Un saludo!
no me termina de convencer XD odio los libros lentos
ResponderEliminarNo pinta mal, pero no me llama tanto como para buscarlo. Pero si tropiezo con él...
ResponderEliminarBesotes!!!
Aunque me llama la atención, necesito algo mas trepidante ahora mismo.
ResponderEliminarBesos!
¡Hola!
ResponderEliminarCoincido en que es una novela lenta. Yo la tuve mucho tiempo esperando a ser leída en la estantería. Una semana que estuve en cama mala aproveché para leerlo, porque tenía tiempo de sobra y podía disfrutar poco a poco de él.
Una pena que no lo hayas disfrutado tanto como lo he hecho yo, pero me alegra que le hayas dado una oportunidad.
Un beso